“El asiento está ardiendo”, llegó a reclamar el español Fernando Alonso. El desgaste llevó a una exigencia máxima y las imágenes que dejaron fueron impactantes.
Si bien Medio Oriente comenzó su otoño, las altas temperaturas no cesan y este domingo los 31 grados en la noche de Lusail hicieron estragos en varios pilotos durante la disputa del Gran Premio de Qatar de Fórmula 1. Fueron impactantes las imágenes de los competidores tirados en el piso, pedido de agua en la paradas en los boxes, uno que debió abandonar y otro que vomitó. Y lo que llama la atención es que quienes integran esta élite de 20 pilotos son súper atletas entrenados y varios de ellos no superan los 25 años.
Cabe recordar que los pilotos sufren más la temperatura arriba del auto por el calor del motor y el buzo antiflama. A diferencia de la primera visita de la Máxima a Qatar, que fue el 21 de noviembre de 2021, con una temperatura más cómoda para los competidores, esta vez el calendario puso el evento para el 8 de octubre. Algo que llamó la atención ya que se podría haberse pasado para el final junto con la última fecha que suele llevarse a cabo en el circuito de Abu Dhabi.
Combinar estas dos carrera en la región hubiese sido lo ideal por un tema de la temperatura, pero también por cuestiones de logística y economía. Pero Liberty Media, dueña de los derechos comerciales de Formula One Management (FOM) y a cargo del manejo de los derechos comerciales de la F1, cometió el error de llevar a cabo la carrera en Qatar en esta fecha. Cabe recordar que este país firmó contrato hasta 2030. Por suerte para los pilotos, en 2024 la carrera figura el 1 de diciembre.
Lo cierto es que se vieron a varios pilotos complicados como el caso del norteamericano Logan Sargeant de 22 años, que le anticipó al equipo Williams de su posible abandono. “No me encuentro muy bien”, dijo el estadounidense. “Es tu decisión. No hay que avergonzarse por parar si te sientes mal”, le contestaron. El norteamericano desertó en el giro 40, ingresó a boxes y le costó bajarse de su auto.
En tanto que el español Fernando Alonso, que a sus 42 años se muestra cada vez más óptimo en lo físico, antes de hacer una de sus detenciones en los boxes le preguntó a su escudería, Aston Martin: “El asiento está ardiendo. ¿Hay algo que podamos hacer en la parada en boxes? ¿Tirarme agua o algo así?” El español culminó sexto y el descender de su monoplaza se agachó en dos oportunidades y debió apoyarse en la rueda delantera izquierda.
El francés Esteban Ocon , por su parte, vomitó en su casco y en esas condiciones corrió el resto de la carrera en la que pudo terminar séptimo con su Alpine.
En tanto que los dos pilotos de McLaren, quienes completaron el podio, afirmaron que fue la carrera más dura de sus vidas. “El auto tuvo un muy buen ritmo. Fue la carrera más difícil que tuve en mi vida. En medio de esta carrera con mucho calor los neumáticos terminaron enteros”, contó el australiano Oscar Piastri, de 22 años, que luego de la carrera se tiró en el piso en el encuentro que suelen tener los tres primeros antes de subir al podio.
“Una lástima el error que cometí ayer yéndome ancho. Tuvimos un muy buen ritmo. Fue estresante con mucho calor. Tuvimos tres detenciones que fueron rápidas. Fue la carrera más dura que hice en mi vida”, indicó el inglés Lando Norris, de 23 años.
Mientras que Max Verstappen también se sentó en el piso se y puso una toalla en la cabeza. Aunque reconoció que “fue dura la carrera, pero no que la que más haya sufrido”. Este sábado se consagró tricampeón mundial a falta de cinco fechas pudo coronarse. Lejos de dormirse en los laureles se quedó este domingo con la victoria número 14 en la temporada, tras 17 fechas disputadas.
El calendario de la Máxima categoría del automovilismo continuará en dos semanas con una nueva incursión americana del gran circo. El 22 de octubre se llevará a cabo el Gran Premio de los Estados Unidos en el Circuito de las Américas, en Austin, Texas.
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